La vida es extraña.
Extraña, a quién no tiene presente.
Presente, a quién le interesa que esté ausente.
Ausente, para quién quiere vivirla de manera plena.
Plena, a quién no puede compartir.
Compartir, la vida no es extraña.
JHP.
Blog dedicado a mis asuntos de interés sobre temas jurídicos, económicos y diversas misceláneas. Por: José Luis Herrera Pachari
La vida es extraña.
Extraña, a quién no tiene presente.
Presente, a quién le interesa que esté ausente.
Ausente, para quién quiere vivirla de manera plena.
Plena, a quién no puede compartir.
Compartir, la vida no es extraña.
JHP.
El retorno del cielo y el camino al infierno.
"La vida es la distancia entre dos nadas".
¿Quién era ella? Él solo recuerda sus ojos, la profundidad de sus ojos, el contorno de sus ojos, la claridad de sus ojos, el color de sus ojos y la mirada que desprendía de aquellos ojos. Ojos llenos de vida.
Él recuerda que, durante el inicio de su vida universitaria, reconoció un sentimiento que no conocía, ocasionado por la presencia y actitud de una mujer que desafió y remeció sus cimientos. Ese sentimiento, al intentar conocerlo, controlarlo y atraparlo, terminó socavándolo, al final, lo llevó a un espiral sin salida, tan tenebroso como el interior del remolino de los huracanes. Él solo era un niñato.
Ella, le correspondió, lo siguió, se sometió. Se alejó y volvió. Puso su destino en él. Al final, destruida, lamió sus heridas y se fue. Construyó una vida completamente diferente a los sueños que planeó, pero vida al fin y al cabo.
Él, atormentado, durante mucho tiempo, asumió la carga de las consecuencias. Así, retorcido por la locura de sus pensamientos, juró que no volvería a caer en ese juego. Maduró. Vivió prolongados periodos de soledad y cortas estancias en compañía.
A él, le costó olvidar, le costó asumir el peso de la responsabilidad de su decisión, pero la vida siguió.
...
Él, en un día y lugar cualquiera, luego de muchísimos años, en una actividad lúdica y de relajación, en un momento de distracción, vio unos ojos, una nueva mirada y todo cambió.
Ella, tiene mucha suerte, irá al cielo; mientras que él retornará del cielo y se irá camino al infierno.
JHP.
El propio interés racional (egoísmo racional), consiste tener a la felicidad como fin fundamental, encontrándola en valores objetivamente buenos, aceptando la vida misma como estándar, la razón como su juez (pensar por sí mismo), y los derechos individuales ajenos como límite a su accionar.
Tener derecho a vivir para sí mismo y no estar dispuesto a convertirse en un medio para satisfacer los deseos ajenos, ni esperar lo contrario. El encaminar la fe con la racionalidad, la esperanza con la productividad y la caridad con el orgullo, constituyen los dilemas más profundos.
El egoísta racional se cuestiona todo el tiempo y traza objetivos (profesional, personal, etc.) en abstracto y a largo plazo (con plena consciencia de lo que le hace feliz). No deja de intentar hacer lo que le hace feliz. En donde ayudar a los demás no implica un sacrificio, sino una decisión individual.
La familia y el deber de corrección de los hijos
Luis Alberto Sánchez decía que Inglaterra era una nación donde los vínculos familiares aun se mantenían y también la disciplina social en donde subsistía la palmeta del profesor al alumno. En cambio, en Estados Unidos donde se toleran los vínculos familiares esa práctica había desaparecido o atenuado en las grandes ciudades.
Esto no significa que un sistema u otro es el mejor, sino que todo depende, como decía Ortega y Gasset, "del hombre y de sus circunstancias".
El hecho es que la vida industrial es la que materialmente mata el afecto entre los padres y los hijos, porque los padres no están en el hogar, sino en el taller o en la oficina, y no tienen tiempo para convivir con sus hijos.
En cambio, la disciplina férrea crea alteraciones confundiendo el temor con el respeto, pero al mismo tiempo la falta de alguna disciplina acostumbra a que la libre voluntad del egoísmo sea la regla fundamental desde la niñez.
El problema es arduo y difícil.
Luis Alberto Sánchez decía que creció en una generación donde fueron tratados con relativa dureza y con relativa blandura. De vez en cuando había un golpe, pero generalmente había engreimiento.
En ese sentido, concluía que la vida está en eso en el término medio y la educación también. En el término medio entre la reprimenda y el alago, entre el engreimiento y el castigo, entre la promesa y la negación.
Otra cosa es sencillamente confundir los términos, de una manera que no está probado por los resultados de la civilización.
Por ejemplo, sobre la familia china -leyendo a Lin Yutang- uno se da cuenta de que conviven los dos modos y la familia china como familia estaba dando buenos resultados. En las familias italianas aun se conserva el culto de la mamma, y la mamma da reprimendas a sus hijos, hasta inclusive cuando tienen sus nietos y bisnietos, porque es la mamma, es el núcleo familiar. En otras partes, la mamma desaparece apenas pare, entonces los niños se convierten en padres de sus padres.
Las conclusiones finales de los sociólogos, médicos y demás, solo tienen el resultado de una investigación, como todas objetivo-subjetivas. Lo objetivo lo dan los hechos de afuera y lo subjetivo el criterio de quien los interpreta.