El problema fundamental de hoy consiste en la elección entre dos principios: Individualismo (hombre posee derechos inalienables, existe por su propio derecho y para sí mismo) y Colectivismo (hombre no tiene derechos, existe solo con el permiso del grupo y en beneficio del grupo).
Respecto al sistema social: El Individualismo (el poder de la sociedad está limitado por los derechos individuales del hombre) y el Colectivismo (el poder de la sociedad es ilimitado).
Respecto a la Ley: El Individualismo (la ley representa un principio moral, los hombres son iguales ante la ley en todas las oportunidades) y el Colectivismo (la ley representa la idea de que no hay principios morales, los hombres se agrupan y quien tenga la mayoría en un momento dado tiene todos los derechos, la minoría ninguno).
¿Qué es un derecho? El Individualismo (la protección de la acción independiente, ejercido sin permiso de nadie) y el Colectivismo (permiso o decisión del grupo mayoritario).
Derechos inalienables: a la vida (no se puede privar de la vida en beneficio de nadie), a la libertad (acción, elección, iniciativa y a la propiedad individual) y a la búsqueda de la felicidad (vivir por su cuenta, elegir lo que constituye su felicidad y trabajar para alcanzarlo).

Un individualista es un hombre que reconoce los derechos individuales inalienables (no los podemos quitar, suspender, infringir, restringir o violar, jamás, ni en ninguna ocasión, ni con cualquier fin que sea) del hombre, los suyos propios y los de los otros.
Un derecho no puede ser violado si no es por la fuerza física. Siempre que se obligue a un hombre a actuar sin su propio consentimiento, libre, personal, individual y voluntario, su derecho ha sido violado. La división objetiva entre los derechos de un hombre y de otro se sustenta en que ningún hombre tiene derecho de recurrir al uso de la fuerza contra otro hombre.
La función del gobierno es la de proteger los derechos individuales del hombre, proteger al hombre contra la fuerza bruta. La fuerza solo puede ser usada en defensa propia. Los hombres delegan en el gobierno el poder de usar la fuerza en represalia. Todos los actos definidos como criminales en una sociedad libre, son actos que implican el uso de la fuerza y solo dichos actos son reprimidos por la fuerza.
No puede haber un sistema social mixto, mezcla entre colectivismo e individualismo. Los que aplican principios de ambos sistemas no están en funcionamiento, simplemente se están desintegrando.
Una sociedad que abandona los principios morales se convierte en un rebaño que corre a la destrucción, así como el hombre puede degollarse cuando quiera hacerlo, pero un hombre no puede hacer eso si desea sobrevivir y la sociedad no puede abandonar los principios morales si desea subsistir. Hablar de una sociedad sin principios morales es propiciar que los hombres vivan juntos como criminales.
Paz, seguridad, prosperidad, cooperación y buena voluntad entre los hombres, son posibles solamente en un sistema individualista en el que cada hombre está seguro en el ejercicio de sus derechos individuales y tiene la certeza de que la sociedad está ahí para proteger sus derechos, no para destruirlos.
El Individualismo y el Colectivismo son dos caminos que van en direcciones opuestas. Uno lleva a la libertad, a la justicia y a la prosperidad; el otro, a la esclavitud, al horror y a la destrucción. La elección está en sus manos.
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