En el artículo publicado por César Hildebrandt, da cuenta sobre la llegada de Michael Porter, líder en estrategias competitivas, catalogado como el pensador más influyente del mundo en Gestión y Competitividad.
Habló del Perú, como no podía ser de otra manera, bueno fuera para elogiar nuestros resultados en política económica y crecimiento económico (como lo hubiera querido papá gobierno), sino, por el contrario, para decirnos que aun estamos en nada o si estamos haciendo algo lo estamos haciendo al revés y que estamos en pañales en comparación de otras naciones.
Habló del Perú, como no podía ser de otra manera, bueno fuera para elogiar nuestros resultados en política económica y crecimiento económico (como lo hubiera querido papá gobierno), sino, por el contrario, para decirnos que aun estamos en nada o si estamos haciendo algo lo estamos haciendo al revés y que estamos en pañales en comparación de otras naciones.

+ La primera, el Perú carece de una política de largo plazo en materia de competitividad.
+ La segunda, la economía peruana no tiene un rumbo definido.
+ La tercera, el crecimiento económico del Perú –hecho que la estadística confirma– no se ha reflejado en beneficio de la mayoría de la población.
+ La cuarta, el Perú ha vivido estos años “una ilusión exportadora” porque las cifras en azul proceden del alza de las materias primas, mientras que nuestra exportación de productos con valor agregado permanece inmóvil.
+ La quinta, el Perú padece de un atraso dramático en relación a la invención y la tecnología. “El Perú -apuntó- no sólo no ha avanzado en este rubro: parece haber retrocedido”.
+ La sexta, la mayor parte de la inversión extranjera “no viene a crear nuevas empresas sino para comprar negocios ya existentes”. Y añadió, con espantosa exactitud, lo siguiente: “Cuando un inversionista piensa en una nueva fábrica no piensa en el Perú”.
+ La séptima, a largo plazo, las dificultades del Perú tendrán que ver con la baja productividad, la pésima educación, el deficiente sistema de salud, las debilidades en infraestructura física, la desigualdad social, la aplastante corrupción y el alto nivel de informalidad.
+ La octava, los éxitos peruanos de los últimos años pueden irse al demonio si no limpiamos el sistema judicial, si no defendemos los derechos de propiedad y si no fumigamos y reordenamos la disuasiva burocracia creada para entorpecer.
+ La novena, el TLC con China tiene tal grado de asimetría que corremos el riesgo de quedarnos congelados como abastecedores de materias primas, que es como los chinos nos ven también en el futuro.
+ La décima, la cara de los empresarios peruanos, estupefactos, no atinan a nada. Se están recuperando del sopapo.
Auchhhhhhhhh... (Que dolor)
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