viernes, 23 de febrero de 2018

Never ever give up!

"Never ever give up!", se lee en la frontal del 'tomatodo' que recibí como regalo de cumpleaños.

Genial (como la persona especial que me lo entregó), realmente genial.

Aquella frase en color negro contrasta con el fondo semitransparente turquesa del 'tomatodo', formándose en su conjunto una luz opaca, realmente difícil de detectar por el ojo común. El  observador necesita pericia y una determinada posición corporal para capturar el mensaje.

"Nunca te rindas" es una frase cliché en esta época de posmodernidad, pero con un significado más profundo en un contexto dialéctico.

Rendir(se) evoca, principalmente, dos acepciones comunes: el acto de someterse y el estado de quedarse sin fuerzas.

Las personas 'mayores' decían: "nunca digas nunca, el futuro es incierto y se puede hacer realidad" y, además, "jamás decir que de esta agua jamás beberé".

El uso del término es común como una alegoría o hurra en un momento de éxtasis o decaimiento físico o mental, para que el oyente busque un impulso.

Lucha (por no perder, por no desfallecer, por vencer la adversidad) por lograr una síntesis, por lograr un resultado supremo y distinto a las premisas conocidas.

Para mí, "Nunca te rindas", consiste en no perder el espíritu de búsqueda constante y paciente de la verdad objetiva.

¡Gracias, MLG!

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